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¿Cuál es la función del Registro de la Propiedad en España?


El Registro de la Propiedad es una institución pública esencial en el ordenamiento jurídico español. Su función principal es dar seguridad jurídica al tráfico inmobiliario, garantizando la publicidad, la prioridad y la legitimación de los derechos reales sobre bienes inmuebles.
En otras palabras, gracias al Registro, cualquier persona puede comprobar quién es el titular de un inmueble, qué cargas o hipotecas recaen sobre él y qué derechos están inscritos, evitando así conflictos y fraudes.


1. Base legal del Registro de la Propiedad

El artículo 1 de la Ley Hipotecaria establece que el Registro tiene por objeto la inscripción o anotación de los actos y contratos relativos al dominio y demás derechos reales sobre bienes inmuebles

ley registro propiedad

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Esto significa que no solo se inscribe la compraventa de una vivienda, sino también hipotecas, servidumbres, usufructos, arrendamientos, embargos o resoluciones judiciales que afecten a la propiedad.


2. Principios registrales: seguridad y transparencia

El funcionamiento del Registro descansa en principios fundamentales:

  • Publicidad registral: cualquier ciudadano puede solicitar información (nota simple o certificación) sobre una finca.

  • Prioridad: el primer derecho inscrito prevalece sobre los posteriores.

  • Legitimación registral: se presume que lo que refleja el Registro es cierto, mientras no se declare judicialmente lo contrario.

  • Fe pública registral: protege a quien adquiere de buena fe y a título oneroso confiando en el Registro.


3. Inscripción de actos y derechos

Según la Ley Hipotecaria (art. 2), deben inscribirse:

  • Compraventas, donaciones y herencias de inmuebles.

  • Constitución, modificación y extinción de hipotecas y otros derechos reales.

  • Arrendamientos y subarriendos de inmuebles.

  • Resoluciones judiciales que afecten a la titularidad o a la capacidad de disposición.

El Reglamento Hipotecario desarrolla cómo deben practicarse estas inscripciones y qué documentos son necesarios.


4. Efectos de la inscripción

La inscripción en el Registro no es obligatoria en todos los casos, pero sí es altamente recomendable porque:

  • Da oponibilidad frente a terceros: lo inscrito en el Registro afecta a todos.

  • Aporta seguridad al propietario: solo el titular inscrito puede disponer válidamente del bien.

  • Protege frente a reclamaciones futuras, pues los asientos registrales están bajo la salvaguarda de los tribunales.


5. El folio real: la historia de cada finca

Cada finca inscrita en el Registro abre un folio real, en el que se va anotando su historial jurídico: descripciones, transmisiones, cargas, servidumbres, hipotecas o cualquier limitación de dominio. De este modo, se concentra en un único lugar toda la información jurídica relevante sobre cada inmueble.


6. Publicidad formal: notas simples y certificaciones

El Registro ofrece dos tipos principales de información:

  • Nota simple: informe meramente informativo sobre la situación registral de una finca.

  • Certificación registral: documento con valor de fe pública, que acredita oficialmente el contenido del Registro.

Gracias a estas herramientas, compradores, bancos, abogados y notarios pueden operar con plena seguridad jurídica.


7. El papel del Registrador de la Propiedad

El Registrador es un funcionario público con función calificadora: revisa la legalidad de los documentos presentados y decide si cumplen los requisitos para ser inscritos. Esto asegura que el Registro no sea un mero archivo, sino una garantía adicional de control de legalidad.


Perspectiva final: el Registro como pilar de la seguridad inmobiliaria

El Registro de la Propiedad cumple una función indispensable en España: otorga confianza y estabilidad al tráfico jurídico inmobiliario. Inscribir los derechos en el Registro no es solo una formalidad, sino una inversión en seguridad jurídica que protege tanto a propietarios como a terceros adquirentes.