Régimen de visitas en divorcios: derechos de padres y abuelos según el Derecho de Familia en España
Descubre cómo se regulan las visitas de progenitores no custodios y abuelos tras una separación, qué dice la ley, y qué hacer ante incumplimientos o conflictos, con el apoyo de un abogado experto en Derecho de Familia en Asturias.
Cuando una pareja con hijos se separa, no solo cambia la convivencia diaria: también hay que reorganizar el tiempo de visitas y comunicación para que los menores mantengan la relación con el padre o madre con quien ya no viven, e incluso con otros familiares, como los abuelos. La ley española protege el derecho de los niños a relacionarse con ambos progenitores y con su familia extensa, siempre que ello sea positivo para ellos. En esta publicación, explicamos cómo funciona el régimen de visitas para el progenitor no custodio y para los abuelos, qué dice la normativa vigente y cómo actuar si surgen obstáculos o incumplimientos.
El régimen de visitas del progenitor no custodio
En casos de custodia monoparental (uno de los padres tiene la guarda habitual de los hijos), al otro padre o madre se le reconoce un derecho de visitas, estancia y comunicación con sus hijos. Este régimen suele acordarse por los padres en el convenio regulador o, en su defecto, lo fija el juez en la sentencia de divorcio o separación. Normalmente incluye:
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Visitas entre semana: por ejemplo, una o dos tardes entre semana, con o sin pernocta, según la edad de los niños y la cercanía de domicilios.
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Fines de semana alternos: lo más habitual es que el progenitor no custodio tenga a los hijos cada dos fines de semana, de viernes por la tarde a domingo por la tarde.
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Mitad de vacaciones y fechas especiales: se reparten los periodos de vacaciones escolares, como Navidad, Semana Santa y verano. También se alternan fechas importantes como el Día del Padre o de la Madre, cumpleaños, etc.
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Comunicación habitual: además de las visitas presenciales, se fomenta el contacto frecuente mediante llamadas o videollamadas, salvo que existan motivos para limitarlo.
Este esquema puede ajustarse a las circunstancias particulares. Si los domicilios están alejados, las visitas pueden concentrarse en fines de semana largos. En niños pequeños, es común comenzar con visitas progresivas sin pernocta.
El objetivo del régimen de visitas es preservar el vínculo afectivo entre el menor y el progenitor con quien no convive. Se considera un derecho del niño, no solo del padre o madre. Por tanto, impedir el régimen injustificadamente puede ser sancionado judicialmente.
Situaciones especiales: visitas supervisadas y puntos de encuentro
En contextos de alto conflicto o riesgo, el juez puede establecer condiciones especiales:
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Visitas vigiladas: cuando se teme por la integridad física o emocional del menor, se ordenan visitas supervisadas por profesionales, en puntos de encuentro familiar.
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Entregas en lugar neutro: si los progenitores no pueden comunicarse sin conflictos, las entregas y recogidas pueden hacerse en espacios neutrales para evitar tensiones.
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Medidas cautelares: si existe riesgo de sustracción internacional, el juez puede retirar el pasaporte del menor o prohibir su salida del país.
Estas medidas buscan equilibrar el derecho al contacto con la necesidad de proteger al menor. Su aplicación es excepcional y temporal.
El derecho de visitas de abuelos y otros familiares
La ley reconoce que los abuelos, hermanos y otros parientes pueden jugar un papel emocional clave. El Código Civil establece que “no podrán impedirse sin justa causa las relaciones personales del menor con sus hermanos, abuelos y otros allegados”.
Cuando existe una relación previa significativa entre abuelos y nietos, y tras el divorcio uno de los progenitores impide el contacto, los abuelos pueden solicitar judicialmente un régimen de visitas. El juez valora cada caso en función del interés del menor y de la relación previa existente.
Este derecho no es absoluto: se limita cuando se detectan influencias negativas o conflictos de lealtades. Pero en general, la jurisprudencia es favorable a mantener los vínculos familiares cuando sean beneficiosos para el niño.
Cómo actuar ante incumplimientos del régimen de visitas
Cuando un régimen de visitas es incumplido, existen mecanismos legales para hacerlo cumplir:
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Demanda de ejecución: permite solicitar al juez que obligue al cumplimiento, con apercibimientos, multas coercitivas o incluso cambio de custodia en casos extremos.
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Revisión de medidas: si los incumplimientos son por causas objetivas (horarios inadecuados, logística), puede pedirse una modificación del régimen.
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Documentar los incumplimientos: es importante guardar mensajes, testigos, o pruebas de que se ha intentado ejercer el derecho y no se ha permitido.
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Evitar represalias: nunca se debe dejar de pagar la pensión de alimentos como venganza por impedimentos de visita. Eso también sería sancionable.
Conclusión
Respetar y fomentar el régimen de visitas es esencial para el equilibrio emocional de los menores. Salvo situaciones excepcionales, el contacto con ambos progenitores y la familia extensa debe facilitarse en beneficio del niño.
Si tienes problemas para ejercer tu derecho de visitas o para que se respeten los acuerdos, en Oriente Legal Abogados te ayudamos. Contamos con experiencia en derecho de familia en Asturias, y te asesoramos para proteger tus vínculos familiares y garantizar el bienestar de tus hijos y nietos.